Doctor tengo una mancha …


La edad de cada paciente suele marcar el tipo de mancha más frecuente. Así, los recién nacidos pueden tener manchas café con leche y lunares (nevus melanocíticos). En la edad media, sobre todo en mujeres entre los 25 y 45 años, manchas hormonales como el melasma (muy relacionadas a veces con embarazos y con la toma de anticonceptivos hormonales) y por encima de los 40 años las manchas que vemos en las consultas son los lentigos solares, consecuencia directa de la exposición solar crónica. La pigmentación secundaria a la aplicación de perfumes o medicamentos, en ambos casos seguido posteriormente de una exposición solar, son poco frecuentes.

Aparte de las frecuentes manchas de color marrón, a veces los pacientes nos refieren manchas de otras tonalidades:

·         MANCHAS BLANCAS

La exposición crónica al sol induce en determinadas partes de la piel, como las piernas y los antebrazos, a una incapacidad para producir melanina, hecho que se manifiesta por la presencia de numerosas lesiones circulares de pocos milímetros conocidas como hipomelanosis en gotas. Los hongos pueden producir manchas blanquecinas en el tronco, también circulares. Esta infección se conoce con el nombre de pitiriasis versicolor. El vitíligo puede aparecer a cualquier edad y se manifiesta por manchas de diferentes tamaños, más frecuentemente alrededor de orificios naturales (boca y ojos) y en la piel que se encuentra por encima de prominencia óseas como el tobillo, codos, nudillo y rodillas. Es una enfermedad relacionada con el sistema inmunológico que puede curarse sola o extenderse y afectar a amplias zonas corporales. La falta de nutrientes no suele manifestarse por manchas blancas. Finalmente, las dermatitis o eccemas, cuando se curan, pueden dejar como secuelas unas manchas blanquecinas que con el tiempo se pigmentan de forma espontánea y que se denominan hipopigmentaciones postinflamatorias.

·         MANCHAS ROJAS

Las manchas rojas pueden deberse a multitud de causas. Las de nacimiento se conocen como manchas en vino de Oporto. También se pueden ver otras lesiones rojizas al nacer como los hemangiomas infantiles o las manchas salmón. En la edad adulta es muy frecuente ver sin embargo los conocidos puntos rubíes, especialmente en el tronco. Estos pacientes suelen tener antecedentes familiares. El enrojecimiento difuso que se ve en ocasiones en la edad infantil suele corresponder con diferentes enfermedades exantemáticas de origen viral. Las alergias, en concreto la urticaria, suele producir manchas rojas elevadas, denominadas habones. Son muy cambiantes y raramente duran más de 24 horas. En la cara, más frecuentemente en mujeres en la tercera o cuarta década de la vida, se puede apreciar en la cara numerosas dilataciones de pequeños vasculares que dan un aspecto sonrosado a la cara, entidad que recibe el nombre de cuperosis y que se corresponde con la fase inicial de una rosácea.

Aunque muchas veces las manchas se producen por causas que no dependen de nosotros, si que hay cosas que podemos hacer para evitarlas, por ejemplo, usar protectores solares, llevar una dieta rica en antioxidantes, tomar medidas para evitar el contagio por hongos…

La medida por excelencia que nos ayuda a evitar la aparición de manchas solares (lentigos) es la protección solar mediante la aplicación de filtros y de ropa. La alimentación sana y variada, con frutas y verduras, también contribuye sin lugar a dudas a mantener nuestra piel en buen estado. 



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